«Desde que comencé con el proyecto pensé que para un edificio histórico como éste necesitaba utilizar concreto trabajado y envejecido, para darle una apariencia antigua», explica Giger. «Utilicé una mezcla de cemento y fibra de vidrio para conseguir un color gris roca en todos los elementos del interior del bar, pero no funcionó cuando intentamos usarlo para las estructuras del techo del castillo porque los arcos de las vértebras pesaban demasiado.»

Las superficies de los muebles del bar han sido pulidas hasta el punto de que al tacto parecen que fueran de piel, a pesar de que visualmente tienen la apariencia de roca. Esto agudiza la sensación de estar dentro de una criatura que en algún momento estuvo viva, de estar sentado en algo que produce la impresión cálida y acogedora de un vientre ancestral.

La obra de Giger ha provocado siempre una sensación perturbadora, debido a que el artista plantea continuamente profundas cuestiones que inevitablemente tienen eco en todos nosotros. Los temas de Giger parecen anticipar nuestro propio futuro, no sólo como individuos sino como especie. Así, sus preocupaciones intelectuales son sólo equiparables con el impacto visual de una obra tan altamente original como la suya, renovada constantemente mediante su experimentación con formas y medios diferentes y una ejecución cada vez más depurada.

Desde el comienzo de su carrera artística, Giger ha expuesto en su obra temas como la ambivalencia del hombre ante los avances científicos que alteran la naturaleza esencial del ser humano. Esta es una cuestión que ha adquirido una gran relevancia últimamente y ha provocado un debate moral y filosófico, especialmente después de los adelantos de la ingeniería genética en áreas como la clonación de seres humanos. La meticulosa descripción pictórica de los seres «biomecánicos» de Giger en una serie de obras ya clásicas, realizadas aplicando una compleja serie de capas translúcidas con aerógrafo, data de finales de los años 60. Pero en sus últimas esculturas e instalaciones estos seres se han materializado en forma física de una manera verdaderamente impresionante.

Las premoniciones de Giger

Etienne Chatton, fundador del Centro Internacional de Arte Fantástico en Gruyères, considera a Giger como el artista vivo más importante actualmente por el carácter
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